La importancia de gatear.

Por: Miriam Ruiz

El gatear es un proceso mucho más complejo e importante de lo que se cree, ya que le genera al bebé avances muy importantes, tanto a nivel neurológico como a nivel de coordinación motriz, y este avance gradualmente lo llevará a accesar mejor a otras habilidades como la lectura y escritura, además de que lo hace sentirse independiente, pues le permite moverse y desplazarse a donde quiera.

Al gatear, el niño realiza movimientos complejos para el cerebro, pues coordina el movimiento de su pierna derecha con su brazo izquierdo, y viceversa. Este patrón cruzado permite que vaya desarrollando las conexiones neuronales de los dos hemisferios cerebrales, ya que como se sabe, el hemisferio izquierdo controla los movimientos de nuestras extremidades derechas, y el derecho, de las izquierdas. Esta transmisión de información entre los dos hemisferios le permite al bebé adquirir destrezas no sólo motoras, sino en otras funciones cognitivas.

Este proceso le permite también al niño ver un mismo objeto desde diferentes lugares, distancias y ángulos, lo que desarrolla la convergencia y acomodación visual. Esto le ayuda a enfocar mejor, saber a qué distancia se encuentra el objeto, y dónde (nociones de cerca-lejos). Así que al gateo le debemos la habilidad de librar obstáculos y cualquier otra cosa que requiera del manejo del espacio.

Además, al tocar el piso con las manos, desarrolla la sensibilidad del tacto de los dedos y de la palma de la mano, lo cual le facilitará el agarrar objetos pequeños, y eventualmente, tomar el lápiz correctamente para escribir.

En consecuencia, el gateo permite adquirir procesos y habilidades importantes para el futuro del niño, es importante estimularlo pero tampoco forzarlo, si su bebé aún no gatea, no se alarme, pues todos los niños tienen un particular ritmo de desarrollo, a veces los niños que gatean más temprano tardan más en caminar, pues les parece más fácil y rápido que mantener el equilibrio caminando. Lo importante es que el niño se desarrolle con normalidad y que asista a todos sus controles pediátricos.

¡Importante!

No lo olvide: Respete el ritmo de aprendizaje de su niño, no lo presione, el desarrollo es un proceso evolutivo, no una competencia.

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