jueves, 27 de mayo de 2010

Los beneficios de los masajes en los bebés.

Por: Lic. Miriam Ruiz

Una excelente manera para estimular el sentido del tacto es a través de los masajes, los cuales permiten expresar amor a nuestros hijos y satisfacer la necesidad de ser tocados y sentir el contacto piel a piel con sus padres. Es beneficioso tanto para el desarrollo psicomotor, el bienestar emocional del niño como también para que los padres puedan establecer una comunicación más intima con el bebé, fortaleciendo el vínculo afectivo entre ambos.

El masaje consiste en la aplicación rítmica de movimientos con una secuencia y un objetivo específico. Se dice que la primera forma de masaje efectuada por la naturaleza se brinda en el momento del parto, ya que al salir el bebé del útero, durante las contracciones, recibe presión y una estimulación masiva en su cuerpo, por ello los especialistas recomiendan que los niños nacidos por cesárea reciban masajes tempranamente, para proveerlo de la estimulación que les faltó durante el parto.

Entre los numerosos beneficios de los masajes tanto a nivel fisiológico como psicológico están los siguientes:

A nivel fisiológico:

• Ayuda a estimular el sistema inmunológico y propicia un mejor desarrollo del sistema nervioso.
• Proporciona la estimulación cerebral y motriz que el bebé necesita.
• Regula el sistema respiratorio, circulatorio y gastrointestinal.
• Permite aliviar molestias estomacales, ya que ayuda a mover los gases y la materia fecal.
• Es relajante, ayuda a reducir los niveles de estrés y ansiedad.
• Ayuda a coordinar movimientos y a adquirir mayor movilidad.
• Mejora la textura de la piel, pues activa las glándulas sebáceas que vuelven la piel más estilizada y lisa.
• Permite que el niño tenga un sueño más tranquilo y profundo.
• Es relajante y tonificante de la musculatura, por lo que es recomendable para aquellos niños que presentan hipotonía e hipertonía muscular.

Además de ello, los masajes permiten al bebé tener mayor conciencia de su cuerpo, a sentirlo ya que gracias a los estímulos táctiles va descubriendo las distintas partes sus manos, sus pies, etc.

A nivel psicológico:

• Permite aumentar el contacto afectivo de los padres con el bebé.
• Ayuda a fortalecer el vínculo afectivo y desarrolla la confianza básica del bebé.
• El contacto corporal permite calmar tensiones emocionales, pues es una vía de canalización de la ansiedad.
• Es especialmente útil para los bebés prematuros o aquellos que hayan vivenciado situaciones de elevado estrés o acontecimientos que dificulten el establecimiento de un buen vínculo.

Podemos concluir que los masajes brindan numerosos beneficios para los bebés, pero sobre todo la oportunidad de contactarnos física y emocionalmente con nuestros hijos y entregarles todo el amor y el afecto que tenemos.

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